El beso que me enraíza a Tu Aliento,
al deseo de la piel dibujado en mi mente.
Con pleitesía y dulzura, respeto y calma, se posan mis labios sobre la Mano que guía… Ese infinito de prestancia; La Devoción.
Y ese otro beso que me postra ante Ti con el orgullo de saberme Tuya:
La Pertenencia.