Te susurraré Mi Entrega al borde de Tu Deseo. Déjame, permíTeme, Mon Monsieur, seducir cada recodo de Tu Mente hasta que los estigmas de Tu Piel afloren en lujuria desbocada sobre el fuego del Placer de SerNos. 

Azul de Magdalia

Y en el día del Señor...
es en verdad, que mi verbo se hace espuma 

cuando de placer se trata: 

Placer Entregado a Tu Voluntad. 

Placer concedido desde Tu Mano. 

Azul de Magdalia

Y cerré los ojos… para sentirLe mientras a Sus Pies Mi Alma temblaba de placer y mi piel, como una mariposa que ha domado y se ha vencido entregada, humilde y redimida por Su Voluntad, se abre por cada poro para engendrar ese deseo que con placer Le entrego. 

Azul de Magdalia

Y en el día del Señor, 

 mientras Su Mano me sostiene, yo glorifico Su Nombre 

con la plegaría de mi pensamiento, con la entrega de mi carne, 

con la bendición de Mi Alma. 

Azul de Magdalia

Y en el día del Señor...
Seguiré las Huellas de Mi Señor. 

RespirándoLe.

AdorándoLe.

Azul de Magdalia

Fotomontage cortesía de Dulce: El dulce susurro de las palabras.

Me gusta el equilibrio en el que me muevo, cómo desdibujo pasos y recreo nuevos en un sendero trazado de Su Mano, por el que avanzo segura y donde cada uno de mis pasos es uno más hacia mi crecimiento, mi deseo, mi anhelo... y es rubrica sagrada de Mi Entrega. 

Y en este Mi Sentir renacido donde me identifico, y este rosal de flamas de perversión y lujuria, de clara sabiduría, de evidente serenidad, que Mon Monsieur, Mi Señor, me inspira y me impulsa a desnudarme en Adoración y en Veneración a volar soy Hembra bendecida de fe ciega postrada a Sus Pies. 

Azul de Magdalia