Sean todas las ataduras, nudos de felicidad, de paz,
de esa serenidad que hace vibrar el sentimiento.
Sean cordeles que no flagelen sino que den hálitos a través de los sentires.
Que se entrelacen esos sueños que nos hacen volar,
que nos hacen luchar por cumplirlos.
Por una navidad de puro latir y por un año de buenas nuevas.
Azul de Magdalia