Y en el día del Señor...
Comulgo a Tus Pies ante la Misericordia de Tu Presencia mientras Te anhelo en mí, siendo mi cuerpo, Devoción de piel, que arde como rama seca presta a los azotes de Tu Fuego, y mi boca cáliz para Tu Esencia.
Azul de Magdalia
Que así sea, y la voluntad sea hecha, porque lo que se anhela encuentra sentido en la entrega.
ResponderEliminarBeso dulce Mi Estimada Magda.
Y en esa entrega, se borran todas las dudas que pasan a formar parte de los pilares de la Esencia.
ResponderEliminarMi beso, Mi Estimado Dulce.