domingo, 13 de septiembre de 2020


Sabes que al final del pasillo se encuentra Tu Templo, aderezado de piel y sensaciones, no silente de intenciones..., desnudo, abierto..., ebrio de Tus Ganas... Me encuentras, después del silencio que inundan Tus Pasos por esta casa. Ahí. Tendida sobre el lecho blanco... y mi cuerpo, tapiz para Tu Obra, entretejido con las caricias previas que me han llenado de deseo por Ti. 

Como un devoto desvestido, Te ahinojas. 
Me miras y Tu Boca se mueve instintivamente. 
Puedo percibir Tu Gemido antes de producirse. Te inclinas y besas la piel de mis labios húmedos. 
El roce de Tu Lengua es un latigazo que me eriza, provocando esos sonidoS guturales que revientan en mi boca. 

Me abres la carne. 
Me atraviesas. 
Hurgas ávido y la boca se te hace agua, la lengua se muestra inquieta. 
Se engrandece y se hace dueña de los pliegues de mi piel. 
Tus Dedos son un juguete perfecto, un aliciente a mis deseos y a los Tuyos.... 
Se impregnan de mí: de mis aromas y de mis efluvios que devoras entre filamentos de saliva mientras yo Te gozo, Te disfruto... 
y me deshago entre Tus Labios, me hago torrente, agua de mar dulce... 

"Agua en Tu Boca"

Azul de Magdalia

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Agradecida por la visita y por el tiempo que me haya sido dedicado.

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