En el día del Señor,
ante Sus Ojos, reposé mis alas... al viento de Su Boca,
callé mi fuego en los hálitos de Su Flama...
y en el silencio de mi carne,
de sacros estigmas,
comulgué la resurrección de mi alma.
Azul de Magdalia
Y el deseo se hizo carne. Amén.
ResponderEliminarBeso dulce Mi Estimada Magda y dulce semana.
Amén, Mi Estimado Dulce.
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