Vuelo en calma pues mi cielo es inmenso. Nazco desde las raíces más profundas sobre una tierra próspera, de sueños realizables y de realidades probadas.
Soy Esencia de Mi Alma —y de Su Guía, de Su Doma y de Su Entrega — y vibro sin las espinas que menguan otros vuelos y llenan de sombras otros cielos haciendo una noche de eterna y fría de un bello ocaso.
Crezco, cual libélula de alas transparentes, cual mariposa de piel y poso, sosegada, digna, Mi Ser y Mi Sentir en las aguas agrestes que se hacen serenas, en los vientos turbulentos que se vuelven brisa, en la piel que palpita y vibra, que se ofrece y se me da. Y más allá, en el sendero donde todo lo aprendido se eleva, Su Ser acoge Mi Alma.
Azul de Magdalia
Casi un mantra desde lo profundo del ser que eleva ese deseo de entrega que encuentra respuesta. Muy bonito Mi Estimada Magda.
ResponderEliminarBeso dulce.