domingo, 9 de febrero de 2020


Y en el día del Señor... 
Se desamarran todas las cuerdas que visten mi cuerpo. 
Se hace túnica de piel mi vestidura y vuelo a Su Cielo orando verbos que son Su Palabra. 
Y en mi plegaria se horada el Deseo que se abre a Sus Pies 
y en Mi Adoración a Él, lágrimas de sal circundan mis ojos en plena Devoción. 

Azul de Magdalia

4 comentarios:

  1. Devoción sin ataduras para una entrega plena.

    Beso dulce Mi Estimada Magda.

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  2. Devoción desde lo más profundo del alma.
    Un beso, Mi Estimado Dulce.

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  3. devoción que da pie, que sustenta... que obecede y que goza

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    Respuestas
    1. Por el tiempo finito.
      Gracias, Mónica.

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Agradecida por la visita y por el tiempo que me haya sido dedicado.

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